lunes, 27 de octubre de 2008

Palabras mágicas




Abelia tiene una muñeca de trapo. Abelia quiere que su muñeca hable, que cante y que baile, pero sobre todo que hable. Que le hable.
Abelia también tiene un libro de hechizos. Busca en su libro palabras mágicas para que su muñeca hable.
Lee en voz alta de su libro:

Rápate, cúngale, chásiti, son,
tórguele, trúmpete, virla, pisón.

Y el cielorraso de su cuarto se vuelve de estrellas, pero la muñeca no habla.
Vuelve a intentarlo. Relee:

Chípiti , ráquele, zúrbarle, córnele
mósiti, túrmale, alimicuá

Ahora aparece en su mano una varita, pero la muñeca... nada.
Da vueltas las hojas de su libro de atrás para adelante, apoya la varita sobre la cabeza de su muñeca y enuncia solemne:

Cúmpelin, mase, dirne, raén,
paste, troncare, fica, batén

Entonces la muñeca dice con voz monocorde:

"Mi nombre es Sabrina" "Tengo sueño" "Ponme mi pijama" "Mi nombre es Sabrina" "Tengo sueño" "Ponme mi pijama"

No es lo que Abelia espera. Abelia no quiere escuchar una voz grabada. Resignada, la mira a los ojos y le pregunta:
- ¿Por qué no me hablas con tus propias palabras?
- Porque estaba esperando las tuyas, que pueden ser mágicas - le contesta Sabrina sonriente.
Abelia esta feliz. Ahora que es maga, Sabrina canta y baila, pero sobre todo habla. Le habla.




Ilustración : Ana Guantay ( Argentina)

Texto: Silvina Rocha ( Argentina)



Modalidad de fusión de artistas : ¨El reino del revés¨
Texto creado a partir de una ilustración


lunes, 20 de octubre de 2008

Susurros del cielo



Nadie sabe bien por qué
los sábados a la mañana,
dos pájaros de mi pueblo
se acercan a mi ventana.

Nadie sabe bien por qué
uno de ellos me acaricia,
suave susurro de cielo,
se siente como delicia.

Nadie sabe bien por qué
escucho su pensamiento
cien aleteos celestes
cuentos de brisa y de encuentro.

Nadie sabe bien por qué
me secretea al oído:
“La libertad no se vende
aunque te roben el nido”.

“La libertad no se compra
aunque te corten las alas.
La libertad está adentro
del corazón de las hadas”.

Nadie sabe bien por qué
los sábados a la mañana
cuando los veo llegar
el alma se me aliviana.

¿Será porque soy un ángel?
¿Será porque soy muy mala?
¿Será porque sueño y quiero?
O... ¿por ser muy charlatana?




Poesía : Patricia Iglesias Torres ( Argentina)

Ilustración : Marlowa ( Brazil)



Modalidad de fusión de artistas : ¨El reino del revés¨
Poesía creada a partir de una ilustración



domingo, 5 de octubre de 2008

Vuelteretas




El payasito se da de patadas en la nariz. Gira como un rulemán y no se cansa. Es medio acróbata el payasito y medio tonto también. Se queda colgado cabeza abajo o sentado o con una pata detrás de la oreja. Pero no; no es tonto el payasito. Aunque gire y se quede enroscado en el alambre como un yo-yo o un trompo o una figurita de las redondas. El payasito no es tonto, porque es de madera pintada como el soporte que lo sostiene: una hache de madera de pino, que la mano del niño vuelve a apretar, para que se enrosque y gire y se vuelva a enroscar, siempre.

viernes, 3 de octubre de 2008

Marumba



Entonces bajó de la cajita que apoyamos en el piso del jardín. Me imaginé que ella sintió que aterrizaba con una nave espacial, por eso creo que fue muy valiente. Ni bien levantamos la tapa de cartón, apretó fuerte los ojitos por la luz; pero en seguida, parpadeó dos o tres veces y avanzó. Mamá dice que también suspiró, (pero yo escuché que hizo un sonidito como de moquito seco atrapado en la nariz) y después se fue derecho al pasto. Y no paró hasta llegar al objetivo: meter casi toda la cara en el agua, para saciar su pequeña sed. Todos nos morimos de risa con su gracia; hasta le pusimos Marumba por el ritmo de sus pacitos. ¡Genial!, pensé, ahora puedo jugar a la guerra con todos mis muñecos y ella va a ser como un tanque indestructible.

Por cómo se veía desde arriba, estuve toda la semana dibujando cuadraditos adentro de cuadraditos. Además le pregunté muchas veces a mamá qué pasaba si la sacaba de su casita. Me dijo que ni lo sueñe, con voz que daba miedo, y tuvo que explicarme de dónde venía Marumba porque yo pensaba que era de madera.

Para darle la bienvenida a Marumba, escribí un lindo poema y mamá lo hizo una canción que me canta para despertarme de risa a la mañana:



Marumba para acá

Marumba para allá



Marumba cajita

Marumba chiquita



Nariz de alfiler

boquita afilada

mala

me mordiste



camina en el pasto

sos glotona

come las florcitas

y llora mi mamita



transporta el Pokemon

patina con jabón



Marumba cajita

sos piola

te gusta la alfombra

y no la aspiradora



Marumba coraza

Marumba tu casa



Pareces piedrita

sos una casita



Techito lindo

llevas

simpre bajito



(Ya está) Tomi.







Texto : Luciana Maquieyra ( Argentina)

Ilustración : BEtt ( Argentina)