viernes, 8 de octubre de 2010

Lágrimas de troll





Cuando el famoso caballero sueco Alf Hammarskjöld tuvo noticia de que un troll había bajado de las montañas y se había asentado cerca del puente de Skapkarmal, tomó su caballo Bjeifill y su cuerno Grond y acudió a matarlo.


Cuando lo hubo matado descansó a la orilla del río Grimskamisdär, en una playa de pequeños guijarros y decidió pasar allí la noche.


Al poco de salir la luna, escuchó un tremendo lamento proveniente de las montañas que le traspasó el corazón; se puso en pie acongojado por tanto dolor.


En ese momento, pasaba por allí una mujer vieja, de la que todos decían que era bruja.


El caballero le preguntó:


“Decidme ¿quién vive en las montañas que sufre de este modo?”


“Es el padre del troll que habeis matado” –contestó la vieja- “que llora por su hijo muerto”


“En todos mis años nunca he visto una lágrima de troll” –respondió el caballero-


“Pues las estais pisando” –dijo la vieja, y el caballero vio debajo de sus pies miles de piedrecitas que durante años el río había ido arrastrando desde lo alto de la montaña.






Texto : Jesus Fernandez (España)


Ilustración: Marcelo Tomé (Argentina)